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LOS DOMINICOS EN VENEZUELA De todas maneras, la urgencia de la misión pronto les va a llevar a otros lugares. La historia nos dice que ya en el año 1514 pusieron pie en tierras venezolanas. El objetivo era conocerla, conjuntamente con sus gentes, para iniciar el trabajo apostólico. Su plan contemplaba entrar en contacto con los indÃgenas aún no conquistados, no ser acompañados por las fuerzas militares, y llevar como única arma el diálogo y la persuasión. Al fin de cuentas, tenÃan el propósito de evangelizar y no conquistar. Toda una experiencia que históricamente se conocerá como conquista pacÃfica y predicación apostólica. ¿Por qué eligieron las tierras venezolanas para esta experiencia evangelizadora?. Varias son las razones. Por una parte, de alguna manera eran conocidas por el mercado que se movÃa en torno a las perlas de las islas de Margarita y Cubagua. Por otra, los religiosos conocÃan al cacique Alonso por haber visitado, en alguna oportunidad, la isla de Santo Domingo. Además, era una zona no explo ada todavÃa por los soldados. Se daban pues, todas las condiciones para su misión de paz. Sólo faltaba arriesgarse y dar el primer paso. Tres fueron las expediciones organizadas por los Dominicos. En la primera participaron los religiosos Antonio de Montesinos, Francisco de Córdoba y Juan Garcés. Durante el viaje Montesinos enferma y se ve obligado a quedarse en Puerto Rico. Por el testimonio de los religiosos sabemos que los indÃgenas los recibieron con agrado y que les construyeron una casa con caña y barro, sencilla pero acogedora. Asà se establecieron en las costas de Cumaná, en el valle de Chichirivichi. Pero pronto van a surgir las dificultades. Los perleros visitan a los religiosos e invitan a los nativos a visitar su barco. Con este motivo hacen cautivos a la mujer y familiares del cacique a quienes llevan mar adentro. El cacique piensa que se trata de un acuerdo entre religiosos y perleros y jura, por sus dioses, que matará a los religiosos si no le entregan a sus familiares. No hubo manera de convencerlo que nada tenÃan que ver con el problema, y cumplió el juramento, asesinándolos. Con el tiempo insistieron con otras dos expediciones que tampoco tuvieron éxito y en las que fueron asesinados otros religiosos.Razones suficientes para buscar otros campos de misión como Coro, Barinas, Maracaibo, Mérida, Caracas. Se empeñaron en sembrar la paz y el tiempo ser testigo de su esfuerzo.